Un implante dental es una estructura artificial diseñada para reemplazar la raíz de un diente perdido y proporcionar un soporte sólido para una prótesis dental, como una corona, un puente o una dentadura. Está compuesto principalmente por tres partes:

• Implante: Es un pequeño tornillo de titanio que se coloca quirúrgicamente en el hueso de la mandíbula o el maxilar, donde antes se encontraba la raíz del diente perdido. El titanio es un material biocompatible que permite que el hueso se fusione con el implante en un proceso llamado osteointegración.
• Conector (pilar): Es una pieza que se une al implante y sobresale por encima de la línea de las encías. Su función es conectar el implante con la prótesis dental que se instalará sobre él.
• Prótesis Dental: Puede ser una corona individual, un puente o incluso una dentadura completa. Esta parte es la visible y funcional, restaurando la estética y la funcionalidad de los dientes perdidos.

El proceso de colocación de un implante dental generalmente implica varias etapas:

• Evaluación y Planificación: El dentista realiza una evaluación completa de la salud bucal del paciente, toma radiografías y planifica la colocación del implante.
• Cirugía de Colocación del Implante: Se coloca el implante en el hueso de la mandíbula o el maxilar a través de una pequeña cirugía. Después de esta etapa, se permite un período de cicatrización durante el cual el implante se integra con el hueso.
• Colocación del Conector: Una vez que el implante ha cicatrizado y se ha fusionado con el hueso, se coloca el conector sobre el implante. Este proceso puede requerir una pequeña cirugía adicional o simplemente la exposición del implante a través de las encías.
• Toma de Impresiones: Se toman impresiones de la boca del paciente para diseñar y fabricar la prótesis dental que se ajustará al implante.
• Colocación de la Prótesis: Finalmente, la prótesis dental se fija al conector, esta puede ser una corona, puente o rehabilitacion de toda la arcada.